Una alianza esencial para soñar en grande

Los sueños grandes necesitan partir de una realidad. En Venezuela, la realidad no es un panorama bonito, pero para mejorarlo, es necesario mirarlo. ¿A qué nos referimos?
 

El problema

En Venezuela hay un problema. En realidad, hay muchos. La desnutrición es uno de ellos. Entre los años 2012 y 2018 los niveles de desnutrición en el país aumentaron en un 14,8%.

Actualmente el 21,2% de la población venezolana sufre problemas de desnutrición, convirtiendo a Venezuela en el país con los niveles de desnutrición más altos de Latinoamérica.desnutricion latinoamérica

Esto ha causado una condición de retardo en el crecimiento en talla (RCT) y desnutrición crónica en 33% de los niños venezolanos en estado de pobreza, de entre 0 y 2 años de edad. 

El hambre es un problema con múltiples consecuencias: salud y crecimiento deficientes, deserción escolar, e incluso disminución de deportistas en el país.

En Venezuela también hay gente que crea soluciones, soñando en grande desde una realidad oscura, y trabajando por transformar este panorama. La fundación Un par por un Sueño nace de este tipo de gente.

 

La transformación

Un par por un sueño fue creada en el año 2014 con el propósito de dar herramientas de transformación social a personas de la comunidad de Petare en Caracas.

Originalmente, la fundación se encargaba de recolectar zapatos y entregarlos a niños de la zona para que no dejaran de ir a clase o de hacer deporte por no tener zapatos. Así, fomentaban el deporte como un medio para luchar contra la violencia, y crearon varias escuelas de fútbol y basketball. Pero mientras se agravaba la crisis, cada vez menos niños asistían a sus actividades. La raíz del problema no eran los zapatos: era el hambre.

Daniela Paro un par por un sueño
Daniela Paro, gerente de Un par por un sueño con Liosary, 3 años, Petare. Foto: Instagram Daniela

La fundación se ocupó en vez de preocuparse, y dieron inicio a un programa de alimentación para niños a través de la creación de comedores, trabajando en equipo directamente con las familias de la zona y con líderes comunitarios. Establecer un comedor consiste primero en hablar con la comunidad, censar, medir y pesar a los niños. El programa de alimentación se crea y la comunidad pone la mano de obra. Este proceso es crucial para garantizar que la comunidad esté comprometida y sus necesidades estén siendo atendidas.

Hoy en día Un par por un sueño ha fundado ocho comedores, cada uno alimenta a entre 50 y 120 niños en función del espacio disponible. En total, aproximadamente 1000 niños están recibiendo un almuerzo nutritivo de lunes a viernes a través de esta iniciativa. Su filosofía es darle a los niños una infancia integral: nutrir sus cuerpos y sus mentes, ofrecerles actividades deportivas y de recreación, apoyo en su escolarización y sobre todo, ampliar su visión de la vida y de sus sueños.

El impacto no termina en los niños. La columna vertebral de este proyecto son las madres. Para ellas, los comedores son un espacio de toma de responsabilidad y compromiso con ellas mismas, con sus hijos y con la comunidad. Ellas también se recrean, aprenden, y crecen. Han disfrutado de talleres de repostería, cuyo objetivo principal es fomentar en ellas el espíritu emprendedor. Al final, los comedores son un espacio de empoderamiento para la comunidad, “la idea es que la comunidad emprenda”, nos dijo Daniela Paro, Gerente General de la fundación.

La relevancia

La alimentación es un derecho esencial, punto.La educación, la recreación, el deporte y el empoderamiento comunitario son esenciales para levantar a una sociedad que está sumergida en la crisis.

El trabajo de Un par por un Sueño nos es relevante porque uno de nuestros Verticales es la consciencia social. Entender que no somos seres aislados en nuestro entorno inmediato, es una responsabilidad que nos apropiamos. Somos parte de un todo. Nuestras acciones individuales crean un sistema que llamamos sociedad. ¿Hacia qué dirección reman tus acciones individuales?
Una franela vendida, un plato de comida
Por cada franela vendida en Verticales, se dona un plato de comida a un niño. Compra la tuya acá

¿Hacia la indiferencia? ¿O hacia la evolución?
 
En esta primera etapa, cada franela Verticales vendida se traducirá en un plato de comida para un niño de Un par por un Sueño. Sabemos que esta dinámica se ha vuelto una tendencia, y nos alegra ser parte de ella, porque también sabemos que es una tendencia enfocada en satisfacer una necesidad básica, como lo es la alimentación, en una población que carece de ella. Sabemos que los números más relevantes aquí son los del índice de desnutrición que te mostramos al principio. Como lo dijo Daniela Paro “la necesidad es infinita”, y con el esfuerzo de muchos esa realidad puede cambiar.
 
El propósito de esta alianza es aplaudir a Un par por un Sueño por la responsabilidad que han tomado, con acciones, y acompañarlos en su meta de amplificar los resultados de su trabajo. Creemos que la realidad se transforma desde la esencia de cada persona que se beneficia de esta iniciativa. Creemos que la realidad también se transforma desde la esencia de nuestras acciones, por eso decidimos actuar con consciencia y gracias a ti, generar impacto. Una franela a la vez.
 

¿Tienes una idea para que trabajemos juntos o cómo mejorar nuestras alianzas?

Nuestra misión es resaltar lo esencial y estamos siempre dispuestos a trabajar de la mano para hacerlo realidad. 

Trabajemos juntos