Fast fashion Vs Slow fashion

El mundo cambia velozmente y la moda, que es siempre un reflejo fiel de los tiempos que vivimos, sigue su ritmo tratando de ser sinónimo de actualidad y vanguardia. Esa rapidez de reacción toma la forma de tendencias que nacen para satisfacer las necesidades de aquellos apasionados por la indumentaria que desean poseer el último grito de la moda, y convertirse en una referencia de modernidad. 

Bajo esa premisa desde hace años trabaja y se edifica la tan mencionada moda rápida Fast fashion, que con sumas increíbles de dinero y ejércitos de mano de obra (la mayoría de ellos en entornos laborales esclavizantes y mal pagados), produce millones y millones de prendas de ropa anualmente que están destinadas a ser desechadas unas pocas semanas después. Este proceso se reinicia sin parar causando desperdicios que esta demás mencionar, son nocivos para la salud del planeta. 

Adquirimos un 60% más de ropa que hace 15 años, pero conservamos solo la mitad.

Gases expulsados a la atmósfera provenientes de la quema de la indumentaria que es desechada o que no fue vendida, micro partículas de plástico que terminan en los océanos que vienen del lavado de diversas piezas fabricadas en poliéster u otras mezclas de polímeros textiles, empleados mal remunerados y que viven en pésimas condiciones, son el legado que deja la moda rápida, la moda instantánea de bajo costo que vende indumentaria efímera que más allá de complacer un capricho, no deja nada positivo a la humanidad. 

Por su parte el Slow fashion se ha presentado como la respuesta a las plegarias de muchos conservacionistas que se han preocupado por este tema y buscaban una forma efectiva de tomar acción, y hoy en día más que una manera consiente de producir indumentaria se ha convertido en una filosofía de vida que ha conquistado a toda una generación con su mensaje de moda limpia. 

 Procesos de fabricación éticos, retribución justa para todas las partes implicadas y menos consumo de recursos naturales, son tres de los varios métodos que emplean las empresas que han decidido tomar la ruta de la sustentabilidad. 

La popularidad de la ropa de segunda mano y tendencias como la del Upcycling que invitan a transformar lo que ya tenemos en el armario, han colaborado creando conciencia sobre el tema y han invitado a que las personas se hagan una pregunta que en  tiempos recientes resulta clave ¿Realmente necesito comprar más ropa? 

20% de los vertidos tóxicos en ríos y mares provienen de la fabricación de ropa.

Si quieres implementar de alguna forma esta práctica en tu vida, te dejamos dos recomendaciones que debes tener en cuenta: 

1.-Utiliza la formula menos cantidad más calidad  a la hora de adquirir prendas de vestir. También decántate por las marcas que ejecuten procesos sustentables en sus procesos de fabricación. 

2.- Duplica la vida útil de tu ropa  lo más que puedas. Está comprobado que llevar de un año a dos el tiempo de uso de nuestras prendas, reduce hasta en un 24% las emisiones de gases de efecto invernadero. También puedes explorar tus capacidades artísticas y creativas al transformar ropa que ya no usas, en algo totalmente nuevo y que se adapte a tu estilo actual.   

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