La industria de la moda es un organismo que se mantiene en movimiento constante, con nuevas colecciones que ven la luz en corto tiempo, y un público consumidor expectante y amante de las nuevas tendencias, que además está dispuesto a adquirir todo tipo de prendas de vestir que podrían carecer de calidad y que muchas veces están compuestas mayormente de fibras textiles no degradables.
Según cifras del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, confeccionar un jean requiere 7.500 litros de agua, lo que saciaría la sed de una persona durante 7 años. Y si analizamos el proceso entero (desde producir el algodón hasta transportarlo a la tienda) nos topamos con que se emiten 33,4 kilogramos de carbono, este es el costo verdadero (más allá del que pueda tener la etiqueta adherida a él) de solo un jean.

¿Puedes imaginar el precio que tiene cada uno de nuestros closets para el planeta?
¿Cómo podemos ayudar?
Suena y parece un tema lejano a la realidad cotidiana de cada uno de nosotros, pero la verdad es que la solución o al menos nuestro aporte a ella, la tenemos más cerca de lo que creemos, y si realmente nos comprometemos podemos hacer un cambio importante y al mismo tiempo animar a otros a que también lo hagan.
Hoy hablamos de los armarios inteligentes o sustentables, que tan en boga han estado últimamente, y es que han sido presentados como un método practico y fácil de aportar nuestro granito de arena a reducir la contaminación producida por todas aquellas fibras textiles que desechamos sin conocer su paradero final, así como también ha sido expuesto como una fórmula infalible para economizar y administrar con conciencia nuestros ingresos.
¿Qué es un armario inteligente?
Un armario inteligente está compuesto por aquellas prendas que son completamente funcionales en nuestro día a día, son perfectas para distintas ocasiones, e incluso se pueden mezclar entre sí.
En el también deben estar incluidas piezas que reflejen nuestro estilo personal, esa esencia intransferible que funciona como nuestra carta de presentación, y que en un mundo globalizado como en el que vivimos, se ha vuelto un sinónimo de originalidad e identidad.
Es importante que tengamos en cuenta algunos aspectos cuando decidamos los elementos que conformaran este clóset sustentable, como por ejemplo: La atemporalidad de dichas prendas, y más importante aún, la calidad que posean sus textiles.
A continuación encontrarás 5 pasos que debes seguir para construir un fondo de clóset ideal y adaptado a tus necesidades.
1) Definir tu estilo. Para ello debes preguntarte ¿Cuáles son aquellas prendas que me identifican?
Es importante que tengas en cuenta tu ritmo de vida, tu trabajo, tus actividades cotidianas, así como el clima que es más frecuente en la ciudad donde resides. Tu fisionomía corporal y tu edad, también son elementos a los que debes prestar atención.
Y por supuesto lo más importante es que te gusten las prendas que componen tu clóset y además te identifiques con ellas. Definir tu estilo te ayudará a comprar con más conciencia.
2) Sincerar tu closet. Clasificar, organizar y hacer un inventario de todo lo que tienes.
El orden es vital en este proceso de hacer las paces con tu armario. Analizar que tienes y lo que te hace falta para lograr ese clóset perfecto, te permitirá saber claramente en qué punto y a que distancia estas de la meta. También te hará más fácil la tarea de escoger que usaras para cada día, y sacaras de tu mente esa expresión frecuente y falsa de ¡No tengo que ponerme!
Muchos expertos aconsejan clasificar por categorías, como vestidos, pantalones, faldas, blusas etc. Esta es lo oportunidad perfecta para también sincerar si en realidad esa prenda se ajusta al estilo que ya definiste en el punto 1. Si la respuesta es negativa tienes varias opciones para darle un nuevo destino: Donarla, transformarla en algo totalmente distinto o incluso intervenirla para adaptarla a tu personalidad.
3) Centrarse en los básicos: Buscar el equilibrio entre prendas básicas y accesorios.
Los básicos son aquellos elementos de vestir que son imprescindibles y que no pasan de moda con el tiempo.
Una camisa blanca es vital para ellas y ellos, un vestidito negro para una mujer es infaltable, y para el caballero elegante un traje azul marino resulta el colmo de la elegancia y la versatilidad.
Todas las prendas mencionadas anteriormente son algunos básicos y al mismo tiempo clásicos que vienen a la ayuda de sus poseedores. Son las bases de la edificación no solo de la inteligencia vestural, sino también del estilo.
Por supuesto hay otras piezas que también reflejan esa atemporalidad que necesitamos en aras de ser más sostenibles, y que merecen ser incluidas en esta lista, como por ejemplo: Un pantalón de vestir, unos jeans clásicos, un blazer (para las damas resulta una prenda empoderadora), unos zapatos de vestir trenzados para el hombre actual son necesarios, así como un vestido informal y una falda que son sinónimo de feminidad y comodidad para las mujeres.
4) Deshacernos de lo que no usamos: Donar, intervenir, transformar. Desintoxicar nuestro clóset.
Cuando nos topamos con una prenda que definitivamente no vamos a usar, tenemos en frente la oportunidad de intervenirla para convertirla en algo que si se adapte a nuestra esencia. En el caso de que decidamos que no aplica para ser intervenible, pero el textil que la conforma aún tiene vida útil y es de nuestro agrado, podemos transformarla en otra pieza totalmente distinta.
Dependiendo de sus fibras y su diámetro puedes realizar accesorios complementarios y si crees que ya no tiene más cabida en tu vida, es momento de donarla a otra persona que sienta que puede usarla.
Desintoxicar nuestro clóset de prendas que no utilizamos, nos permite mantener el orden y enfocarnos en adquirir aquellas que creamos necesarias para completar este proyecto.
5) Armar, crear con anterioridad combinaciones de prendas para dar paso a atuendos ya estructurados.
Este es el paso final y el más divertido, porque aprovechando que ya definiste tu estilo, organizaste y clasificaste, encontraste tus prendas básicas, y donaste o transformaste las que no te gustaban, ahora puedes estructurar una mini colección de atuendos que te sirvan para distintas ocasiones.
Ármalos pensando en la situación perfecta para usar cada uno de ellos, y ten en cuenta la importancia de los básicos como una base sobre la cual construir utilizando accesorios y complementos. Tómale fotos o anota aquellas fórmulas que creas son importantes para futuras oportunidades.

Sabemos que ser 100% sustentables es un proceso que tarda años, y muchas veces resulta imposible. Pero teniendo en cuenta estas consideraciones, podemos construir un armario inteligente que además de ayudarnos a vestir adecuadamente, aporta muchísimo a la causa de defender el ecosistema. Este puede ser el primer paso para edificar una vida con óptica sustentable y más consciente, en donde el protagonismo no se lo lleva el atuendo, sino quien lo lleva y el mensaje que transmite con él.
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