Por: Mauricio Cilingg

Los clásicos, aquellos elementos de vestir que con el paso del tiempo permanecen intactos, se mantienen siempre en tendencia y el tenerlos nos garantiza que podremos conseguir el éxito con nuestra indumentaria.
También los clásicos en muchas oportunidades pueden funcionar como la base perfecta para sobre ellos construir nuestra identidad, nuestro estilo. Y que sencillo resulta además adquirirlos, ya que los clásicos abundan en una gran variedad de precios, formas y textiles.
Podemos mencionar algunos como ejemplos de lo maravillosos que son, entre ellos una de sus protagonistas más excelsas es la franela blanca, tanto se ha hablado y escrito sobre ella, que no incluirla sería un pecado.
Tanto para las mujeres como los hombres resulta un indispensable. Otro muy famoso es el tan mencionado Little black dress (pequeño vestidito negro), que para las damas es un caballito de batalla, así como lo es el traje
clásico azul marino para los caballeros.
¿Pero cuáles son los clásicos?
Los básicos por su parte ejercen el poder de la cotidianidad, son aquellos que quizás sin tener conocimiento sobre el tema ya tenemos, y que sin duda alguna nos ofrecen comodidad y rapidez a la hora de escoger qué nos pondremos.
Probablemente te has dado cuenta de que los básicos y los clásicos son casi lo mismo, comparten muchas similitudes, y entre ellas la más destacada es que son como un fondo de clóset, y se convierten rápidamente en las opciones más indicadas cuando queremos armar un atuendo que sirva para distintos tipos de ocasiones.
Para resumir, los clásicos vienen siendo los preferidos desde hace mucho tiempo y los básicos han cambiado con el tiempo, pero se mantienen como los predilectos. Ambos básicos y clásicos deben coexistir en nuestro guardarropa.
Aquí te dejamos algunos clásicos y básicos que deberías tener en tu clóset sin importar tu género:
1) Una camisa blanca: Un básico clásico por excelencia. Esta versátil prenda te ayudara en los días en que realmente no sepas que ponerte. Va perfectamente bien de día o de noche, y se adapta a cualquier morfología corporal.
2) Pantalones de corte clásico: En colores como el negro, azul marino y beige resultan fácilmente combinables. Los puedes usar con camisas o camisetas, unos tennis cómodos y tendrás tu atuendo finalizado.
3) Franelas de algodón: También en varios colores te resultarán de mucha utilidad. Puedes combinarlas también con prendas formales como un blazer, o sencillamente con un par de jeans y conseguirás dos tipos de atuendos: uno casual y otro más ideal para la cotidianidad.
4) Blazer negro o azul marino: Tanto para las mujeres como para los caballeros, el blazer en tiempos actuales es como el caballito de batalla al que recurrimos cuando tenemos un compromiso que requiere cierto grado de formalidad, pero cómodamente.
5) La gabardina o trench coat: El objeto del deseo en los últimos tiempos. Es clásica, resulta básica también, y por su conocida versatilidad y elegancia todos deberíamos tener una en nuestro closet. La gabardina ha demostrado que no pasa de moda y se mantiene en el tiempo como la opción ideal para todo tipo de clima.
Al final del día los básicos y clásicos son aquellas piezas a las que apuestas en más de una ocasión, y que siempre tienes en cuenta cuando debes hacer una renovación de guardarropa. Recuerda siempre invertir en la calidad de tus básicos/clásicos y veras como te acompañarán a lo largo de tu vida, y además se convertirán en una base sólida sobre la cual construir tu estilo.
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